Antropología Bíblica – Segunda parte

Daniela Correa

Abr 1, 2024

CONTEXTUALIZACIÓN

Contextualizar es presentar un tema en términos más simples para el receptor, utilizando herramientas que sean comunes para el individuo, simplificando así la comprensión del mensaje.

La contextualización ambiental puede entenderse como la acción del misionero al dejar atrás el orgullo y el aislamiento de su antigua cultura, para poder absorber los conocimientos de una nueva cultura.

En la antropología misionera, la contextualización también puede interpretarse como llevar un mensaje al entorno natural de una persona, para que alcance su cosmovisión individual, y debe ser decodificable y aplicable para todo el sistema cultural.

Al momento de contextualizar, podemos encontrar algunas tensiones entre la cultura y el evangelio, de las cuales todo misionero debe estar informado:

      • El evangelio debe ser separado de toda cultura humana:

El evangelio es mucho más de lo que un individuo pueda expresar con su limitada cosmovisión cultural. Es la propia revelación de Dios para la humanidad como un todo pluricultural. Sin embargo, el cristianismo no puede ser limitado a la visión cultural de una iglesia, de esta manera se evita caer en el gran abismo de la misión.

      • El evangelio se expresa en todas las culturas humanas:

Toda cultura puede servir como medio para transmitir el evangelio, lo que significa que el individuo no necesita tener una identidad fuera de su cultura para convertirse en cristiano. Aunque el evangelio sea diferente de la cultura, puede y debe ser expresado en las diversas culturas, ya que el individuo no puede recibirlo fuera de su contexto ideológico para poder escucharlo, entenderlo y finalmente creer en él.

– A nivel cognitivo, las personas deben comprender la verdad del evangelio.

– A nivel emocional, deben experimentar el temor y el misterio de Dios.

– A nivel de evaluación, el evangelio las desafía a responder con fe.

      • El Evangelio propone cambios para todas las culturas:

Nuestro Dios es Santo y en Él no hay pecado, y al igual que Él, su Evangelio es perfecto y puro. El hombre, como su creación, también fue hecho a su imagen, pero después de la caída, la imagen de Dios en el hombre quedó corrompida, lo que también tuvo consecuencias en cada cultura. Por lo tanto, se puede suponer que el evangelio puede y debe traer cambios para toda cultura, pero no para alterarlas totalmente, sino para que sean transformadas por el poder de la Verdad.

CONSIDERACIONES FINALES

Nuestra misión es ir y hacer discípulos de Cristo, llevar las buenas nuevas de salvación a cada rincón de nuestro mundo, pero para esto necesitamos cultivar una conciencia útil comprendiendo que es necesario enseñar que (como Don Richardson menciona) Dios no solo preparó a los pueblos para el evangelio, sino que también preparó el evangelio para los pueblos. Con esta idea en mente, podremos llevar a cabo eficientemente nuestra tarea y daremos libertad al Espíritu Santo para que Él pueda trabajar sin límites, demostrando así que verdaderamente Dios no tiene barreras transculturales, lo que lo hace un Dios completamente único y universal.

«Los programas y estrategias son importantes, pero lo que realmente hace que un misionero tenga éxito es que esté consciente de la realidad de Dios, de la gracia salvadora del Señor Jesús, de la obra transformadora del Espíritu Santo y del reconocimiento de su incapacidad personal y transcultural».

La iglesia puede negociar sus costumbres, pero existen verdades bíblicas absolutas en las que debe estar plenamente arraigada y fundamentada, ya que son incuestionables e inamovibles. Un entrenamiento eficiente generará madurez, lo que facilitará la comprensión de que el evangelio fue revelado dentro de diferentes contextos culturales precisamente porque Dios quería manifestar que su esencia es única, pero también es universal.

Referencias:

BURNS, Barbara; AZEVEDO, Décio de; CARMINATI, Paulo Barbero F. de. Costumes e culturas: uma introdução à Antropologia Missionária. 3° edição. São Paulo: Vida Nova, 1995. 127p.

 

DON RICHARDSON. O fator Melquisedeque: o testemunho de Deus nas culturas por todo o mundo. 3° edição. São Paulo: Vida Nova, 2008. 239p.

 

REIS, Gildásio. Missões uma perspectiva cultural.

 

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